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viernes, 18 de enero de 2019

llegar a los 80. momento retrospectivo. Uno.

llegar a los 80, nos brindó ocasión para reflexionar sobre toda una vida que hemos dividido en  dos: los primeros 40 alla (Bolivia) y los segundos aquí (Suecia) a su vez, cada período dividido en 4, o sea 4 decenios lo que facilita la mirada y  contribuye a la síntesis y la visión retrospectiva.


recordar cada decenio no es fácil, sin embargo Cuando se globaliza el período y como me tocó hacerlo caracterizar por un canto, la tarea resultó amena y simple. los diez primeros asociados a mi nacimiento en Potosí, Bolivia para precisar en la calle Omiste (casi Bustillo) donde recordé a la familia Ferrufino, a Guido Ferrufino que encontré de pronto no hace mucho en la Plaza Colón de Cochabamba. Guido Delgado (como su padre) se formó profesor de gimnasia, lo recuerdo más como cantor, del trio "los potosinitos" bajo la batuta del compositor insigne Humberto Iporre Salinas, mi propio profesor de música de quién aprendí "Potosino soy" y otras inolvidables canciones que están incorporadas en mi memoria para siempre jamás.  o sea ya estoy recuperando el lugar de nacimiento, los recuerdos y la canción "potosino kani sumaj orkojmanta" en quéchua y que coloco en este orden imaginario precedido sólo por el "Credo in Uunm Deum" (del latin Creo en Dios) que fue lo primero que aprendí a cantar (en gregoriano) junto a las monjitas de San Roque, donde solía pasar mis dias, ya huérfano de madre, San Roque era también un asilo de ancianos, pero también de cieguitos, la mayoría niños con quienes aprendí a jugar, a cantar, el idioma quéchua que lo tengo guardado en mi ser y que recuerdo, oh! portento! cada vez que puedo hablar en Cochabamba o en Suecia o en España o en Argentina con "quechuistas" sean choferes, mozos, peluqueros o simplemente mis contertulios.


estamos ya en el segundo decenio,  de Potosí la Providencia me traslada a Sucre, Colegio don Bosco de los religiosos salesianos donde estuve interno varios años al morir mi padre. Fue en Sucre donde eduqué la voz, mediante las lecturas en el internado en la Iglesia, en el comedor, en el dormitorio. lecturas combinadas con el canto tanto en latín, como en Italiano (idioma de algunos de los religiosos que eran nuestros maestros y guías) resultó tan importante esta experiencia que me marcó para toda la vida con un liderazgo notable en el colegio, en la Juventud Católica (recuerdos de José Zárate y la JEC, Juventud Estudiantil Católica) que a su vez, me lanzó en la dirigencia estudiosa de Bolivia (concurrencia al Segundo Congreso Nacional en Vallegrande donde conocí a Julio Terrazas, quién sería el Primer Cardenal boliviano y quién me recibiera en su oficina con los Brazos abiertos y el vivo recuerdo de aquel evento en su Ciudad natal.


llegar a Potosí concluído mi ciclo en el Don Bosco, el ingreso inmediato en Radio Potosí con un programa de racio "La Cajita Musical" donde narraba cuentos infantiles combinados con música que don Manuel Valda (que me eligió por Amigo) y me auspició con lecturas y música para el programita que continué trasmitiendo una vez por semana. Del programa infantil a uno nocturno, algo romántico que acomodé gracias a las orientaciones del esposo de mi hermana Mayor Adela, René Zelaya locutor él mismo de otra emisora que no Radio Potosí donde me tocó trasmitir algunos meses, lo cierto que próximo a ingresar en el tercer decenio, formé parte del Comité de Defensa de los intereses de Potosí, enviado a La Paz junto a notables Patricios como Oscar Bonifaz, Simón Reyes, Enrique Bacinello, Jaime Delgadillo, nos entrevistamos con el Presidente de la República Dr. Hernán Siles Zuazo en dos, en tres oportunidades. fue entonces desde Radio Amauta de La Paz, que me tomé la iniciativa de trasmitir en CADENA a Potosí todas las noches, un boletín que redactaba y leía con las consignas sobre una movilización colectiva. Este episodio, me lanzó a un nuevo periodo, la radio primero en La Paz, y meses más tarde en Radio Pio XII de Siglo XX.


mi traslado de Potosí a La Paz, (encuentro con el propietario y director de Radio Amauta, don Genaro Saavedra Pérez) la invitación a trabajar con él, ganando un sueldo apreciable, fue cosa de magia "ven a trabajar conmigo" y zas! el traslado ipso facto, sin mucho que llevar salvo mi ropa, y de allí a Siglo XX, (conocen algún radialista católico  que pueda trasladarse conmigo a Siglo XX? ) fue la pregunta del sacerdote misionero católico Lyno Granier en el Obispado, Eduardo Bracamonte que trabajaba allí mismo como asesor de Acción Católica, le dio mi nombre y le prometió hacer el contacto. Mi respuesta fue: "Claro. estoy dispuesto al traslado" y fueron otros 5 años en Catavi, con dos largos viajes de en medio: un periplo por Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y Panamá para conocer radioemisoras católicas y su acción popular y en 1960 concurrencia al Primer Congreso Católico de Radio y Televisión en Rio de Janeiro, representando a Bolivia y visitando Radio Aparecida.