Historia de Milka (IIIa. parte)
por Mauricio Aira
Cuatro fueron las conclusiones del estudio encomendado a Leida Rijnhout y Joep Oomen por CEDOIN costeado por la ayuda internacional, qué curioso, quizá sin tomar en cuenta que esa ayuda internacional permitió la concepción de la idea, la adquisición de maquinaria (a precio simbólico), su traslado de Finlandia a Bolivia, la construcción de la planta con todas sus modernas instalaciones y la puesta en marcha de la etapa de producción en 1991 en Ivirgarzama que contó con la presencia de los Ministros de Desarrollo Agrícola tanto de Suecia como de Bolivia, de un centenar de delegados del exterior y de cerca de dos mil campesinos de El Chapare en aquel momento productores de leche.
Primera. En la implementación del proyecto, no se tomaron en cuenta las experiencias pasadas en la propia región. Se refieren al episodio de UNAPEGA, cuyos líderes, quizá con el mejor deseo del mundo, pretendieron en determinado momento convertirse en propietarios de MILKA, extremo descubierto por los pastores, entonces a cargo del Proyecto, que no descartaron la idea, condicionaron a un aporte económico de cada uno de los miembros de la Asociación, que no pasaban de cien. UNAPEGA no aceptó la condición, se marginaron de la gestión y dedicaron su esfuerzo a una campaña de intriga, descrédito, calumnias en contra de los misioneros que tomaron en un principio la conducción de MILKA, hasta tanto llegaron expertos para cada área de su Administración.
Segunda. "Los promotores se dejaron llegar por alucinaciones fantasiosas", así le llamaron al entusiasmo, al celo, a la extrema honestidad de los pastores y sus colabores en El Chapare. Es que inspirados en el Espíritu Santo, llegaron con sus esposas, se instalaron en carros volantes y se consagraron a la tarea de construir los edificios, montar la maquinaria, impartir cursos para la producción lechera y juntos, pobladores de Ivirgarzama, religiosos y líderes, eso sí "soñaron con mejores tiempos en que la coca sería sustituída por los pastos para el ganado y este produciría la leche suficiente para todos los niños de la región y en la producción de algunos adicionales que justificasen la inversión y el costo industrial hasta llegar al punto de equilibrio. A esta actitud espiritual, si se quiere de consagración mística, los críticos le llamaron "alucinaciones" como si en toda obra humana, hubiesen dejado de existir los constructores de un mundo mejor.
Tercera. No hubo profesionalidad. Debo indicar que no todos los participantes en el proyecto tenían la calificación profesional "el diploma" para ejecutar un proyecto que nació con mucha humildad y sin ningún delirio de grandeza, ello es cierto, como lo es que de a poco fueron llegando expertos en todos los rubros, construcción, instalación de las redes, eléctrica, de agua y desague, de cadena productiva, uno de ellos un joven técnico noruego de 26 años, llegó a ser algo más tarde cuando regresó de Bolivia, el General General de ARLA, para los que conocen el nombre de la más grande industria lechera de Escandinavia. No habrán sido grandes profesionales, pero sí tuvieron la virtud y la capacidad de poner en marcha MILKA y llegar a una etapa productiva siempre en aumento.
Cuarta. "Se intentó copiar modelos de Europa, sin conexión con la dinámica de la región" Falso, por cuanto el equipo de MILKA contrató al mejor técnico boliviano para realizar el estudio de Factibilidad, bien conocido como "Mr. Pil, ing. Barrón" entregó las 400 páginas del estudio, a cuyas recomendaciones se abocó la Administración. Que debía existir disciplina laboral, celo en la observación de las normas higiénicas y recomendaciones éticas en todo el proceso productivo, es cierto, que así mismo esta conducta era propia de Europa Occidental, cierto, pero es la forma cómo los países escandinavos se convirtieron en los mayores productores de leche y sus derivados, al punto de constituirse en modelos a nivel global. Ha sido este aspecto, algo negativo? La respuesta la tiene cada uno de ustedes.
CEDOIN ingresa en el terreno de las contradicciones al presentar el informe de Leida y Joep, primero cuando pide reconocer que la cooperación es digna de aplauso, diríamos nosotros "a caballo regalado no se le mira el diente", el informe sirva "para mostrar errores y falencias de los organismos multilaterales y de ONGs que se precian de tener especialización en el desarrollo rural" Total que no dice nada, más aún no suscribe las afirmaciones y conclusiones de los autores Rijnhout y Oomen y que "no está dicha la última palabra" sino que el debate apenas comienza.
En sucesivos textos iremos al fondo de las críticas de ambos personajes, la una Leida dedicada al apoyo de la "economía verde" o sea de la ecología, quién debe estar arrepentida de haber apoyado a los productores de la hoja, que oxida la tierra, la depreda y seca y no deja margen a la producción de alimentos, de fruta, de granos, como vemos que está sucediendo en el Chapare, pero también en Los Yungas que ha perdido su cualidad de producción alimentaria y se ha vuelto en zona "coquera".