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martes, 27 de marzo de 2007

Qué quieres de mí?

Sancho está al pie del lecho de enfermo de su amo y señor don Quijote. El Quijote delira y sueña, Sancho!, le dice... prepárate, nuevas aventuras nos esperan. Sancho responde...más desventuras todavía? En su sencillez de campechano, llevado por la lealtad hacia el noble caballero, ya que le había seguido por las tierras de La Mancha, padeciendo infortunios y privaciones de toda laya. Estaba en verdad agotado de tanto sufrimiento. Don Quijote al borde de la tumba, consecuente con su espíritu aventurero soñaba con nuevos episodios de drama y combate. Para él, el visionario y romántico señor ésto era vida, para el escudero cansado de velar por el amo, ésto no era sino un rosario de desventuras y sufrimientos.
El mismo caballero enamorado tenía cerca de su lecho de enfermo a la dulce amante, la Dulcinea que llorando de angustia por la situación penosa del ilustre enfermo, deseosa de cumplir los deseos del amado de su corazón, segura de merecer su confianza, repetía esta frase, que hoy la dirigimos a Dios Nuestro Señor, es nuestra más corta y más frecuente oración de cada día, frase que pide un milagro, una manifestación de su poder. Señor, qué quieres de mí!
Octubre 1985

Estudiar el sistema cooperativo en Bolivia

He pedido a la Dirección Sueca de cooperativas me provea los recursos para realizar un estudio del sistema cooperativo en Bolivia, o sea hacer un relieve informativo. Si la respuesta fuese positiva podría viajar allí muy pronto, no tengo grandes esperanzas, lo más probable es que no respondan o me den una disculpa o lo hagan tan difícil que no llegue a viajar, mientras tanto continúo viajando a Estocolmo cada dos semanas, la próxima vez para visitar al dentista, entregar cierto material de estudio a Swedec (una consultora internacional que tiene proyectos en el tercer mundo), visitaré la escuela donde estudio (Escuela Popular Superior de los Trabajadores con especialización en Cooperativismo y otros movimientos sociales). Hablaré con Bernardo Prado, un compatriota boliviano muy especial del que tendré oportunidad de escribir más adelante y que está tratando de asentarse en Suecia. Veré también a un abogado. Me encuentro sin esperanza, que no es lo mismo que desesperado. No veo nada claro en el futuro y esto me perturba. Me provoca angustia. No encuentro con quién poder hablar del tema. El viaje de estudio a Yugoslavia está planeado para mayo próximo, tampoco me atrae por falta de recursos sobrantes, siempre tras del dinero, qué atroz! Horrible palabra!, como si hubiera sido creada para atormentar a los pobres, para fastidiarnos la vida.
Abril 1985

Ahora los hijos me preocupan

Uno de ellos vive desde hace dos meses con una muchacha de su edad. Esta relación íntima a vista y paciencia de toda la familia, sin cuidarse del debido respeto a los padres, a la abuelita, a los hermanos me tiene preocupado. Sucede que mi hijo está cambiando mucho, no es que hubiera reaccionado como hombre y se estuviera encaminando a una toma de responsabilidades, lo cual me alegraría mucho. No. Lo que pasa es que por un lado quiere tener una mujer como un hombre mayor y seguir siendo un hijo de familia y ello es incompatible. Tengo que hablar con él, pero la madre me bloquea, corta el campo de acción a mi autoridad de padre y jefe de familia. En todo caso es un asunto muy serio y sólo quisiera disponer de un poco de tiempo y de inspiración de Dios para resolverlo.
Otro hermano ve este ejemplo y se encuentra muy confundido, además el primero está aflojando en el rendimiento escolar y ello también es preocupante.
17 de abril 1985