Politica
Distractiva de la última década
Mauricio
Aira
Al menos en
tres ocasiones Los Tiempos ha editorializado en las últimas semanas la actitud
simplemente distractiva del Régimen, en cuanto a las graves denuncias de
tráfico de influencias dando un giro marginal tocando otros aspectos de la denuncia que no son el
fondo de la cuestión sino la periferia.
A través de
Los Tiempos, hace ya 8 o más años que este cronista calificó la actitud del
Gobierno Populista que había asumido en 2006, justamente de entretener a la
ciudadanía con acciones, espectáculos, determinaciones enfocadas a desviar la
atención de los temas de fondo, si acaso no a en maquillar aquel proceder que
estaba creando desconfianza y sospechas de manipular la realidad ofreciendo pan
y circo, tal cual Calígula que en su corto periodo imperial se gastó más dinero
en Roma que ningún otro. Calígula vació las reservas de trigo que el sistema
acumulaba en Egipto.
Hay más.
Caligula regaló el trigo por demagogo, repartió dinero a manos llenas entre los
oficiales de su ejército el cual era derrochado en sesiones de juego, sexo
desenfrenado y borracheras. Caligula organizaba festivales y juegos de circo
con las famosas cuadrigas (carrera de caballos) apostando grandes sumas así en
4 anos el dinero se acabó, entonces acudió al desenfreno en todos los niveles,
asesinatos y chantaje a senadores, patricios y hasta familiares, pervive la anécdota
de haber nombrado “cónsul de Incitatus a su caballo, su mejor amigo”
El pueblo
temía a Calígula y cerraba los ojos ante sus iniquidades, hasta cuando el
derroche de los recursos del Estado y el desenfreno total aceleró el proceso
que concluyó con el asesinato del tirano a manos de sus guardaespaldas (guardia
de corps) siendo sucedido por Claudio, viejo, cojo y tartamudo pariente de
Calígula, que sin embargo cortó el chorro de “pan et circenses”. Nerón había potenciado
el circo para crear placer y diversión para el pueblo distrayéndolo de los
graves problemas internos que erosionaban al Imperio que terminó en la
destrucción total.
Aquel artículo
de marras publicado en 18.06.2008 por LT, casi me privó del amigo más querido
que reaccionó en contra mía, aun cuando tiempo después, la razón y los hechos
indiscutibles me dieron un espaldarazo. En estos días, en lugar de leones y
tigres para comerse a los cristianos, o de los gladiadores que matándose entre
sí, brindaban diversión a la plebe, el circo constituye el fútbol “deporte de
multitudes” sin la crueldad ni la violencia de aquel tiempo, que sin embargo es
recurso del que echan mano los gobierno, los que no pueden ofrecer “el pan” en
la cantidad y precio accesible a la mayoría, cuando destinan ingentes sumas de
dinero para construir mastodónticos escenarios como ha sucedido en Colombia y
Brasil y como está sucediendo en Bolivia, (el ejemplo de El Batán con una
inversión total de 400 millones de dólares) que no se justifica cuando se sabe
que podría ser usado a cabalidad, un par de veces por año, o en la rara
eventualidad de eventos extras.
La historia
es rica en ejemplos de Gobiernos que procuran “llenar la panza de los
ciudadanos a como dé lugar” sucedió en el pasado y sucede hoy por “la
manutención gratuita de los ciudadanos” bajo distintos bonos o subvenciones. La
cosa es mantener al pueblo distraído, que no piense en la política, y que
festeje títulos como “presidente campeón”, mundial para Bolivia, deporte total,
con la idea puesta en formar “superhombres” como lo idearon Hitler, Mussolini,
Stalin y algo más tarde Pinochet, Franco, Strosner. Se ha dado una combinación
de cerebros, el uno ignorante, atrevido, capaz de cualquier acción tras sus
fines, otro cultivado que ofrece sofismas (refinados engaños) mezclados con
amenazas, con odio y persecución, lleno de intrigas y crueldades sin fin. Mezcla
de caracteres, con el uso de los ingentes recursos de los que gozó Bolivia en
la última década y la sumisión de los uniformados a los que asegura pan, circo
y recursos hasta el fin de sus días.
Terminar
como empezamos Julio César distribuía trigo a 200 mil beneficiarios. Aureliano
llegó a repartir 600 mil panes, pero…llegó la hora de la verdad. En lugar de 6,
a tan solo un pan por dia, luego había que pagarlo y finalmente se quitó la subvención,
entonces el pueblo ya no apoyó a “su Emperador”. Hoy en Bolivia el programa de subvenciones no
ha cesado, llega “al pan nuestro de cada dia” y a precios falsos la leche, la
carne, la verdura que “son abundantes” en la propaganda. El tráfico de
influencias es una realidad, por más que el circo de Evo-Zapata, Zapata-Evo
intente distraernos.