emprendimos la marcha. Arturo Aira había visitado ya Salgueiro la tierra original de mi padre Bernardino, de modo que cuando llegó la misiva "Antonio López y María José tienen el placer de inviitaros a nuestra boda el 11 de julio, hs. 13 en la Iglesia de San Vicente del Pi8no de Monforte de Lemos", Maria que había acompañado al esposo en aquella visita fugaz a Galicia, fue la primera en sugerir "tienen que ir allí. verán cómo les gusta", así con la venia y el impulso de Maria, le pedí a Arturo organizar el viaje.
y llegó el dia 9 de julio tomamos el avión rumbo a Madrid. fuimos 7 los viajeros Jenny, Sandra, Arturo, Valentina, Joaquín Luisita y el cronista, aunque en el aeropuerto encontramos a mi hija América de Jesús, sus hijos Sandrita y Kristofer también en afanes de viajar a Madrid, de modo que aún cuando los aviones fueron diversos, recalamos en Madrid.
de la capital Ibérica Arturo y Joaquín al mando de dos automóviles alquilados emprendimos la ruta hasta Galicia. fueron cinco horas de espléndidas carreteras con indicadores oportunos y claros, que contaron sí, con los programas de satélite que nos daban pautas adicionales. nos detuvimos una sola vez para una merienda muy rápida y proseguir la marcha. describir la salida de Madrid es impresionante, carreteras con cuatro y cinco pistas, obras civiles, pasos a nivel, puentes y túneles sorprendentes. debo confesar que en muchos aspectos, como señalización y cruces de via, ofrecen mejor servicio que en Suecia y esto es mucho decir, porque realmente España ha construido una espléndida infraestructura caminera que es de envidiar, cuánta diferencia con nuestra Bolivia que intenta en algunos tramos Cochabamba Santa Cruz, La Paz Oruro y las rutas al Sur Tarija y Potosí, de alcanzar una calidad aceptable. está lejos del ideal pero el intento está realizado. me refiero por ejemplo a Cochabamba Villa Tunari (corazón de El Chapare) hay trechos muy bien mantenidos otros deficientes, otros más tremendamente peligrosos y las obras civiles incompletas, como en la zona de El Tejar con deslizamientos incorregibles, al menos hasta hace unos meses que las recorrí.
salir de la zona madrileña nos tomó más de una hora, ciertamente que Madrid influye de manera definitiva en algunos cientos de kilómetros a su alrededor. poblaciones, zonas industriales y turísticas y comunicaciones. luego territorio árido, la vegetación escasa, la misma carretera poco circulada,hasta que comienza la subida a la sierra, cambia el verdor intenso y la presencia de agua,más y más frecuente y por fin Galicia.
extraordina riqueza. paisaje diverso. gente laboriosa y gran foco turístico
para decirlo es pocas palabras Galicia es un portento. tiene de todo. según vamos ascendiendo a las montañas se aprecia la diversidad del paisaje, no en vano ha sido, es, y será "el camino a Santiago" recorrido por millones de peregrinos de todos los lugares de la tierra. y vemos las grandes centrales hidroeléctricas y los rios como el famoso Rio Sil, extenso en la profundidad de las laderas, serpenteando en medio de los cerros y generando energía. no sé cómo lo hacen, espero leerlo en alguna parte, lo cierto es que "los gallegos producen gran cantidad de energía" fruto del trabajo, de la tecnología, de la combinación de los elementos tierra, agua, aire (eólica hoy parte del paisaje) y sol. paneles solares en el entorno.
llegamos a Monforte de Lemos, hoy quizá con 30 mil habitantes, sin contar los innumerables pueblos alrededor como Quiroga, que de inmediato me evoca al amigo del alma Alberto Quiroga que vive en Washington y cuyos progenitores nacieron aquí en Galicia, como mi padre, y pienso de inmediato en poder enviarle una misiva, darle la buena nueva de mi visita a estos solares. Monforte nos fascinó por sus contrucciones macizas, granito por doquier y por sus atractivos como la Catedral, los museos, los hoteles que también son museos con el genérico "paradores" cerca de 30 en toda la Península.
trece kilómetros hacia el cielo. Vilachá y Salgueiros
la sangre empieza a correr de prisa, la adrenalina aumenta de actividad porque la meta de nuestro viaje se aproxima. durante todo el viaje Arturo, febril y entusiasta como siempre, lleno de energías, había estado en contacto con Maria José para que nos fuera marcando la ruta...y fueron 13 kilómetros de ascensión hasta encontrar un modesto letrero: Salgueiros y un poco más adentro "CASA AIRA" en un vistoso, colorido y muy moderno mural. qué emoción. qué alegría.
allí mismo nos esperaban. parqueamos los coches...nos costó descender, quizá por el adormecimiento de tantas horas de viaje. finalmente el abrazo esperado por décadas, en el caso de Bernardino mi padre, que había salido a la edad de 18, 20 años con destino a La Habana en 1910...o sea 105 años antes. José Aira el primo que me brindó el primer abrazo, acto seguido Rosa María, Rita, Maria José (la novia a cuya boda asistiríamos en dos dias más) y dos parientes de ellos afables y generosos. en lugar de agua,(diría mejor además de agua) nos ofrecieron el generoso vino San Mamed que lo producen aquí mismo. luego, ascender a las habitaciones, varios dormitorios dispuestos uno junto a otro, de modo que pudiésemos poner orden a nuestras cosas y bajar a la bodega. allí la mesa estaba puesta y empezaría una fraterna relación.
(siguen otras crónicas sobre Galicia)