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sábado, 8 de abril de 2017

un gesto, un tratamiento de mi terapeuta, repetido y silencioso, diligente y efectivo despierta el sentimiento de gratitud, siempre latente que se manifiesta en toda una conducta


Al corazón...desde los pies
por Mauricio Aira

Recordar a un poeta español. "olvida lo que has dado para recordar lo recibido" y es que la gratitud como virtud toma fuerza al interior del ser, es que sentir esa emoción nos permite darnos cuenta de pequeñas cosas que nos suceden, coas buenas o menos buenas que nos hacen sentir en paz y en armonía y que nos dejan expresarnos hacia los demás en forma amable y generosa.

hoy amanecí con la idea persistente de agradecer a la enfermera que me cuida los pies, lo hace con tal profesionalismo y esmero que en pocos meses me ha devuelto la seguridad, la sensación de ser yo mismo y de encontrar alivio al caminar sin molestias, sin estorbos y ésto gracias a la diligencia de esta joven mujer formada como "terapeuta" y que una y otra vez, en cada sesión del tratamiento me confiere dignidad y confianza.

reflexionando sobre ello reconocer que la gratitud empieza por uno mismo al entender nuestra vida como un regalo de Dios, que viene de nuestros padres y porque nos va proporcionando ese sosiego que uno necesita para encontrar la armonía, la paz interior. que para cultivar la gratitud debemos prestar atención a los momentos de nuestras jornadas, que aún cuando nos parecen sin importancia tienen la capacidad de concentrar nuestra atención de escuchar al otro, de sentir su alegría y su amabilidad.

es más apreciar que de las manos de mi terapeuta emerge todo un corrente de energía que desde los pies me sube al corazón, donde anida la gratitud, no es que "pague" por el servicio, sino que se traduce en afecto, en alegría, en un cierto cariño nada carnal ni morboso, sino puro y cristalino ya que es ofrecido como un bien, qué increíble, tener los pies sanos y útiles, hace que no sienta la extrana seguridad y confianza que hace brotar la generosidad, la gratitud que talvez se expresa en una sola palabra "gracias", llena de grandeza y afecto.

así la gratitud inunda nuestro ser, se transforma en un acto sistemático de nuestra conducta, puesto que el aprendizaje de la virtud es el gran regalo que nos hace ver en las acciones aún de nuestros enemigos, detalles que nos abren los ojos y por los que damos gracias.

de la gratitud que sube desde los pies al corazón, se extiende a mis seres queridos, a mi esposa, a mis hijos, a mis nietos, y hasta los bisnietos...gratitud a mis amigos que son buenos y muchos, o de los menos amigos que también los hay, pero que al final de cuentas son actores de mis circunstancias personales, transformadas en lecciones de vida, porque son con todo regalos de Dios, a través de los cuales siento su Bondad y su Amor. Gracias por la gratitud que nos eleva, nos ayuda a vivir y que nos acerca al fin con un corazón vivo!













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