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martes, 25 de septiembre de 2018

el crimen de Patricia Pacajes clara justicia divina. ya intentó el suicidio, es que su conciencia le quema las entrañas y si bien el inocente médico condenado por ella, por su firma y su sentencia todavía está en la cárcel aunque pronto será liberado, no bastará para redimirle la culpa que cargará hasta enloquecer o terminar su vida.

recurro a los ojos de la Fe, otra vez, e intuyo la inconmensurable verdad que encierra esta sentencia contenida en la Sagrada Escritura. "Dios ciega los ojos de los que quiere perder", esto es al perverso le quita la visión y entonces no alcanza a ver, a percibir la verdad y se conduce por la senda de la perdición.


pido perdón si me equivoco, pero está sucediendo ahora mismo. espero me entiendan porque asumo ahorro de palabras en virtud de los hechos. hace 4 años sucedió la muerte de un bebé de 8 meses, en medio de un charco de sangre, en un hogar de menores de La Paz. las empleadas dieron parte a la policía que levantó diligencias que al comprobar la muerte del párvulo, asumían que desangrado por una herida cortante dentro del ano. informada la "forense de turno" una joven inexperta, que justamente ahora estudia optalmología en Cuba, y puesta en el cargo con item del Estado, nada menos que por el Fiscal General Herrero, se apresuró a juzgar "fallece por violación" y en el entorno donde todas eran mujeres, había un sólo varón, el joven médico Fernández que hacía sus primeras prácticasen ese hogar.


hubo revuelo mediático, todos sientieron horror ante semejante noticia, "el deceso de un niño de 8 meses violado por un médico que le desgarró el ano hasta producirle la muerte".. este primer grito de la forense fue asumido por un equipo de fiscales presidido por una señora Bolan, se produjo el juicio y el Dr. Fernández fue juzgado y condenado a 20 años.


no sirvió de nada el trabajo de un policía experimentado asignado al caso, de una enfermera empírica pero con experiencia en el tratamiento de enfermitos, y de otra forense que no encontró el cuerpo del delito, vale decir restos de esperma. estos tres testimonios no fueron tomados en cuenta, ni se analizó que el niño ya con problemas cardio respiratorios recibió un termómetro que se rompió en el intestino y provocó la herida que determinó su muerte, entre otras causas.


así las cosas, un hombre valiente Romel Cardozo que también es víctima de la Injusticia y ha estado un mes detenido en la cárcel, Amigo de la jueza que firmó la sentencia Patricia Pacajes, le escuchó relatar "con cinismo una y otra vez, que ella había encarcelado por 20 años a un inocente", fue entonces que le grabó el relato y resolvió presentarlo ante la Policía contra el Crimen, a un medio de comunicación y al Tribunal de Sentencia que condenó al inocente.


se desató el firmamento. el relato de media hora fue repetido una y otra vez en todos los medios, estaciones de Radio, de Televisión y los grandes diarios. Cardozo concedió entrevistas y explicó los pormenores de cómo obtuvo la grabación. la jueza Pacajes ensayó varias mentiras que están siendo desmentidas "he sido drogada. me han emborrachado. voy a seguirle a Cardozo acción criminal", etc., etc., sin reparar en el testimonio de las amigas con las que tomó dos vasos de cerveza "ella no fue drogada, ni se le emborrachó", por tanto se fingió enferma y obtuvo licencia en dos ocasiones, hasta Cuando fue suspendida primero y luego retirada del cargo de Jueza,  lo último que se sabe su intento de suicidio, de cuyas resultas está internada en clínica psiquiatríca con tratamiento severo y Control policial, por si las moscas ante un nuevo intento de quitarse la vida. es que "ha provocado tanto daño que en verdad, muchos estarán deseando su desaparición, mientras el resto pensamos que debe vivir y dar el testimonio de "las presiones políticas a que fue sometida" para dictar sentencia falsa.


este suceso, que me recuerda a "Crimen y Castigo", la genial novela de Dostowiesky que muestra al criminal abrumado por su conciencia y el arrepentimiento que lo lleva al extremo de buscar la muerte. así "no hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista". y el dicho boliviano tan arraigado "no se hace tanto, cuanto se paga" o "nunca digas Paloma de esta agua no beberé". el mal siempre es castigado, aunque tarde, por la Justicia de Dios no tarda en aparecer. Mauricio Aira

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