Cuanto más se conoce la obra de éste insigne literato, más se apasiona uno por su estilo y sus experiencias personas tan ricas, tan variadas, tan apasionantes. 24 años tenía cuando editó su primer libro de sólo 60 páginas y con un modestísimo tiraje de 300 ejemplares, que además le costó mucho vender, casi todos los regaló a "mis amigos y a desconocidos", Tres Cuentos y Diez Poemas. Los cuentos se refieren a la caza y la pesca, el alcohol, el sexo, el fracaso del amor y el suicidio, que según interpretan sus biógrafos fue la simiente de toda su obra literaria, de sus pasiones y de sus aficiones. Entre sus Diez Poemas están la guerra, lo más feo y sórdido de éstas. Lo notable es que sus familiares reaccionaron en contra de la primera obra, su padre que había pagado por seis ejemplares, no tardó en devolverlas, "sin haber terminado de leerlas" porque un gentleman "sólo habla de sus enfermedades venéreas con su médico".
La publicación de su obra no alteró para nada su situación económica y pronto desde Francia decidió regresar a casa por cuanto su mujer Hadley se hallaba embarazada. Lo notable es que su estancia en Europa, especialmente en París, le marcó para toda la vida, por sus lecturas, por la amistad y la relación con escritores y artistas que eran en aquel momento la flor y nata de Francia, por las corridas de toro por las que tuvo siempre una pasión especial "no es un deporte, es un drama", sin embargo estaba allí en Madrid, en Sevilla, en Ronda y Granada junto a dos o tres amigos con quienes compartía las emociones de las fiestas taurinas.
De sus maestros literarios como Gertrude Stein, Sylvia Beach, los esposos Pound aprendió una literatura exigente y rigurosa, concisa y antirretórica, que junto al estilo telegráfico de su nomenclatura periodística se constituyen en el marco de su futura labor. Más tarde en su obra París era una fiesta dedicada a su esposa Hadley su compañera de la bohemia intelectual "de los tiempos en que éramos muy pobres y muy felices". Vivieron en efectos grandes apuros, pendientes de los cheques del Toronto Press para el que escribía y le pagaban por crónica publicada. El estudio de su periplo por Europa nos dará también las claves de sus principales novelas que fueron llevadas al celuloide y que le dieran grandes ingresos económicos.
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