Casi podría repetir cada palabra. Días de tedio, días de aburrimiento de viento y de frío.
No sé cuánto más podre resistir. Es éste un destierro muy largo. Lo más terrible es que uno va aprendiendo a no tener esperanza, que cosa horrible!, no tener fe, no tener esperanzas.
Qué difícil resulta tener amigos. No se puede cultivar una sóla amistad! Todo cae bajo el frío cálculo del dinero. Llamar por teléfono cuesta caro, salir a cualquier sitio cuesta caro y en un medio así uno aprende a calcular hasta los céntimos, ser tan meticuloso con las cuentas, y andarse haciendo economías, porque si llegara a faltarte algo, nadie te dará prestado, nada!
En un estado de cosas, casi miserable, teniendo lo justo para sobrevivir, cualquiera pierde el optimismo, no hay un resquicio de luz, para mirar el horizonte. Puedes cubrir las necesidades más elementales de techo, comida, abrigo, transporte y el presupuesto no llega a la compra de libros, asistir a un concierto, salidas al restaurant o tomarte un par de cervezas, tienes que sentirte feliz de aliviar la sed, con una cerveza con 1.8% de alcohol, correo, llamadas extras, salidas extras, todo ello es marginal, puedes permitírtelo de cuando en vez...mejor olvidarte de tus viejas costumbres, por cuanto aprendes a vivir bajo la regencia del cálculo, del escaso dinero que tienes entre las manos, te das cuenta que dependes de los medios materiales que te quitan toda ilusión, matan las esperanzas, destierran el optimismo!
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