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martes, 8 de octubre de 2013

mi traslado de La Paz a Cochabamba

por los insondables caminos de la Providencia

lo encontré en El Prado, vestía de uniforme con el grado de capitán. nos dimos un abrazo. cuando puedas ven a verme. fue la frase de despedida en un encuentro con Victor Aguilar Dorado.

en efecto dias más tarde miré su tarjeta de visita Dirección de Informaciones, presidencia de la República, voy para Cochabamba a visitar a mi familia, pues mi esposa y mi pequeña hija Maria del Rosario ya están en la llajta, querido Victor. Tienes algún encargo? Aprovecho tu viaje y le escribo a Hugo Maldonado, quién ha quedado a cargo de la Radio Centro, que nos pertenece a varios, somos cinco los propietarios.

no me sorprendió para nada, pues siendo hombre de radio, estaba más o menos enterado de las movidas, en efecto Victor Aguilar, alto funcionario del Gobierno de René Barrientos había sido designado Director Nacional de Informaciones por tanto con tuición sobre la Emisora del Estado, Radio Illimani, que recuperó su nombre pese al intento de Juan Carlos Camacho de llamarle Radio Universidad. La visita al amigo y colega me permitió regresar a los ámbitos en que me desenvolví meses atrás en ocasión de "la revolución restauradora" de noviembre de 1964, ahora en el 1965 julio, me disponía a viajar a Cochabamba.

"Mauricio estará en Cochabamba algún tiempo. tiene mi encargo de darles una manito en Radio Centro", en efecto Maldonado me recibió con enorme cordialidad, ya que tenía idea de quién era el recién llegado porque a través de Pio XII acompañó mi labor. "Manos a la obra, -me dijo y acto seguido - te extiendo un memorandum nombrándote Jefe de Programación y puedes empezar ya nomás. Ni corto mi perezoso recibí un escritorio y fui presentado al personal, José Oropesa de los Llanos director artístico, José Nogales jefe de Prensa, Antonio Torrico administrador general, etc., etc.

"destacó Radio Centro en la trasmisión de los actos oficiales del 6 de agosto y la presencia de un locutor Mauricio Aira que tuvo a su cargo los relatos oficiales de los desfiles y ceremonias" diario "La Prensa" de calle Achá, suscrito por José Medrano me echó piropos que fueron tomados en cuenta por la Federación de Trabajadores del Lloyd Aéreo Boliviano cuyo secretario de hacienda, Héctor López acompañado de Betty Loredo (secretaria de Radio LAB) me buscaron en la Centro. "Queremos hablar con usted"

conversado el tema, me ofrecían la Dirección de Radio Nacional y deseaban la firma de un contrato de al menos dos años obligatorios y uno voluntario, que se concretó ante quién sería entrañable amigo, abogado y notario Ramiro Villarroel Claure. Todo listo para empezar a trabajar de inmediato. tomé posesión de la muy modesta estación de radio, un galpón del LAB entre Reza y España, convertido en los estudios, incluyendo un espacio que servía a manera de hall para trasmisión de espectáculos, unas 15 personas trabajaban allí incluyendo a dos telegrafistas que bajaran del éter, mensaje en "idioma morse" que traducían en español y que era la más moderna "piratería de noticias" lo que le daba "prestigio y actualidad" a Radio Nacional. 

de este modo, totalmente inopinado, providencial, ocurrió mi traslado. nunca más regresé a La Paz, (es decir para trabajar) y había concluído ese corto periodo entre salida de la Pio XII, labor dentro de la Corporación Minera de Bolivia (RRPP con Guillermo Bedregal) el episodio de la Emisora del Estado y mi trabajo como Secretario Permanente de la Federación de Trabajadores de Radio y TV en calle Ayacucho, menos de dos años y mi intempestivo traslado a Cochabamba donde transcurriría 15 años de esfuerzo y trabajo.






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