El testimonio vale al menos por tres de los Directores de Los Tiempos a propósito de los 73 anos de vida que acabamos de recordar, es que la linea editorial que marcara su fundador Demetrio Canelas hombre público y político de fuste, había fundado el Partido Republicano con Daniel Salamanca, alguno de sus biógrafos marcó que bien pudo Haber sido Presidente de Bolivia, aunque eligió en cambio ser periodista. Demetrio que había estudiado Derecho en San Simón, fue fundador de El Herado, El Ferrocarril, La Prensa, y La Patria de Oruro. sépase que por haberse opuesto a la firma del nefasto tratado de 1904, su diario fue asaltado y destruído. No fue la única destrucción, también Los Tiempos sufrió el mismo destino por las "hordas movimientistas en 1953, que silenciaron al diario durante 14 anos.
Carlos Canelas asumió el reto de volver a las calles, cuántas batallas tuvo que librar para conseguir reponer lo material de la destrucción, sino armar un equipo de periodistas y técnicos que asumieran el rol de "reinventar el diario" y lo hizo en la casona de la Santivánez a partir de un acto que contó con la presencia de René Barrientos entonces Presidente de la República, me tocó oficiar de Maestro de Ceremonias, por ello testigo de aquel renacer, en medio del fervor del pueblo de Cochabamba y sus instituciones. Momento solemne para reafirmar la línea editorial que había señalado Demetrio:
Focalizar la noticia en los hechos cotidianos, ilustrar y documentar la conciencia pública, ofrecer información con honestidad profesional en base del conocimiento de la verdad, convencido estaba don Demetrio como sus sucesores Carlos, Julio César, Alfonso que un público bien informado es la mejor defensa para la moral y el orden político.
Al poner en marcha la nueva época de Los Tiempos don Carlos Canelas enfatizó que su diario no era un "diario independiente" pero sí libre, lo que es algo diferente, añadiendo además que un periodista puede tener una tendencia "aunque debe colgarla en el perchero antes de empezar a escribir"
Hasta hace poco, guardé el recelo de Haber obtenido Los Tiempos, una especie de indemnización del Gobierno de Barrientos ante su nuevo lanzamiento, aunque ahora me entero que no hubo la tal indemnización, puesto que todos los gastos que supuso la reapertura la cubrió la Familia Canelas que se jugó todo su patrimonio en la nueva empresa, aventurando el aspecto financiero, en el supuesto de contar con "el apoyo de las instituciones y de los ciudadanos" en la etapa que se iniciaba aquel septiembre de 1967 sin alejarse ni una coma del ideario que es la clave de su pervivencia y de su éxito editorial y empresarial instalándose más tarde en el nuevo edificio que hoy ocupa, uno de los más vistosos de la moderna Cochabamba.
Frente al carácter sobrio, enérgico y firme de Carlos Canelas está la imagen de Julio César de carácter sociable, apegado a las instituciones locales y con excelentes relaciones a nivel empresarial, no olvidar que Julio César fue director de El Diario, y por un corto tiempo Ministro de Defensa en el Gobierno de Tomas Monje Gutiérrez que asumió a la infausta muerte del Presidente Villarroel. Julio César se distinguió claramente por su apoyo personal y de gestión periodística a la causa marítima, brindó por ello respaldo al accionar de Gaby de la Reza, (Gaby del Mar) dirigente cívica del Comité Pro Mar, siendo promovida su acción patriótica desde Los Tiempos con firmeza, pero con mesura, sin abandonar la línea de Don Demetrio de "contribuir a la acción progresiva del periodismo", alejado de las exacerbaciones de una oposición tenaz contra el Régimen Banzerista, eso sí cuidando de las complacencias que el Poder Público suele conferir a los medios en todo tiempo.
Superados en parte los compromisos que la construcción y adecuación de los talleres a la modernidad, Los Tiempos asumió el reto tecnológico a plenitud, siendo pionero en muchos de los pasos que dictó la informática y la tecnología del Internet. Lo hizo con altura y prontitud, esta vez bajo la batura de Alfonso Canelas, a la desaparición física de los antecesores.
Tuve el privilegio de compartir el pupitre en la Universidad Católica con Alfonso, puesto que como otros 34 compañeros periodistas nos inscribimos como alumnos participantes en el Primer Curso de Ciencias y Técnicas de la Comunicación Social, ya que monseños Genaro Pratta, de la orden de Juan Bosco (un gran comunicador) secundó la iniciativa del Sindicato y consiguió el financiamiento para este Curso Piloto, que abarcó tres años, aunque tan sólo 14 de los 34 logramos el Título.
Alfonso tuvo épocas doradas porque tanto esfuerzo empresarial y humano estaba dando Buenos frutos, al punto que se lanzó a fundar "La Prensa" en La Paz, al principio con gran suceso, que no obstante requirió de una consagración como comentábamos a menudo "cama adentro", reclamando su presencia en la gélida capital y el quebranto de su salud. Nuevos retos se sucedieron al crecer el diario y sus ámbitos de influencia, el acoso político se hizo permanente y el régimen imperante penetró las redacciones de La Paz y Cochabamba poniendo en marcha células secretas que boicotearon y fastidiaron al equipo responsable de la dirección.
Cuántas veces en el área de la confidencia y la amistad Alfonso expresó su desilusión hacia ciertos personajes a quienes había entregado su confianza y que actuaban en contra de la línea editorial y en favor de consignas que pasaban encubiertas hasta descubrir sus intenciones y sus alcances. Cuán presentes tenía el malogrado amigo las recomendaciones del fundador "no secundar las contiendas estériles y odiösas provocadas por el enemigo externo (La fuente política) y el interno, de las células masistas, tras de publicitar y distorsionar ciertas acciones gubernamentales y de encubrir sus errores y maquillar sus faltas con medias verdades.
Los tres directores leales a un conducta libre de prejuicio y de vinculaciones embarazosas que persiguen torcer el criterio sano, se esforzaron en seguir los hechos en forma serena e imparcial.
La declaración de "principios éticos de la línea Canelas" es válida hasta nuestros dias, "para cumplir con honradez los deberes democráticos, damos Fe al interés de Bolivia, que se contempla mejor desde un punto de vista alejado de las contiendas activas, en las que " la obstinación apasionada oscure del sentido práctico" que debe informar al público de los actos humanos.
Porque Los Tiempos tiene Fe en el porvenir de Bolivia, forjado en base al trabajo y la industria, confía en la Fortaleza del Estado, de su sistema administrativo, siempre y Cuando esté encaminada "con inteligencia y decision por el sendero de la vida moderna, con el norte de la riqueza, o sea la capacidad de producir bienestar y el disfrute de los bienes de la Tierra, destino universal de toda Sociedad civilizada.
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