se acercaba la fecha para celebrar el IV Centenario de la Fundación de Cochabamba, las autoridades se habían puesto de acuerdo para "echar la casa por la ventana" y darle contento a los ciudadanos y sus instituciones, así fue cómo el Prefecto Milivoy Eterovic, el Alcalde Humberto Coronel, el jefe de la Corporación de Desarrollo Gral. Rojas, me convocaron a desempeñar la Secretaría Ejecutiva del referido comité, cargo ambicionado por otros personajes cívicos del momento, situación que ignoraba por completo.
tres iniciativas había tomado dentro del Comité que se reunió en la Alcaldía y que eran de perentoria ejecución. 1. organizar un extenso programa cultural con el soporte de la Comuna y sus recursos, algunas tareas ya habían sido adelantadas. 2. organizar la Primera Feria Internacional con el apoyo de la Empresa Privada y 3. proyectar el programa de festejos con algunas semanas de anticipación y que contemplara actuaciones cívicas, estudiantiles, culturales y militares.
recuerdo bien que se me acordó un sueldo relativamente alto por los pocos meses que duraría el evento (varios alcaldes se sucedieron en el transcurso del mismo general Aniceto Pérez, Carlos Saravia Goitia además de Humberto Coronel) don Humberto Guzmán había adelantado varias gestiones, ducho en el tema de programaciones culturales, en cuanto a la Feria no pasaban de ideas, si bien algo asentadas en el seno del Comité que se reunía regularmente.
en cuanto a la Feria lo primero consistió en lograr un espacio adecuado y aparecieron tres sitios: el hipódromo camino a Quillacollo, San Pedro cerca del cerro al final de la Avenida Heroínas y tercero alrededor de la Laguna Alalay, donde existían apreciables extensiones de tierra, aunque faltaba la más elemental infraestructura. Recuerdo que la Familia Salazar se presentó en las oficinas y ofreció sus terrenos a cambio de construir un camino asfaltado que pasara por su propiedad y ofreció ceder 10 hectáreas que se negoció sin demora, ya que los miembros de la Familia Salazar, jóvenes inteligentes y decididos estaban dispuestos a firmar la concesión.
dicho y hecho merced al gran apoyo de jóvenes empresarios como Roberto Pena y Hugo Galindo, además de otros como René Olmedo y Raúl Artero que desde las cámaras de Industria y Comercio y de la Federación de Empresarios Privados acogieron con entusiasmo la idea, se prepararon los documentos y se proyectó el Primer Presupuesto, aunque la designación del primer gerente el periodista potosino Alfonso Rojas Moncayo, demoró un poco debido a la burocracia que debía respaldar su gestión con recursos contables.
Alfonso había actuado como Gerente de la Feria de Santa Cruz, su experiencia era más que suficiente y su forma dinámica de accionar, nos convenció a todos y avanzamos a grandes pasos en la infraestructura vial, construcción de la autopista que circunda a la Laguna Alalay, el estacado de las 10 hectáreas que se extenderían mas tarde a 15 y 20 hectáreas debido a la pronta expansión de la Feria, de modo que según se acercaba la fecha de inauguración, los expositores aceleraron sus sitios de exposición, se construyeron tres galpones, un teatrito al aire libre, baterías de baños, boxer para los animales y áreas de parqueo y de seguridad. Alfonso trabajó febrilmente en la organización de la feria que nosotros desde la Alcaldía le dábamos el respaldo adecuado.
imposible desconocer la efectiva ayuda de los empresarios con Peña y Galindo. su participación así como la eficiencia del trabajo de Rojas Moncayo fueron la base para la puesta en marcha de la Primera Feria que se constituyó en el mayor logro del IV Centenario que me tocó presidir.
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