la noticia me hizo estremecer. un boliviano en Malasia condenado a morir ahorcado por tráfico de cocaína. el juicio se llevó durante meses en Kuala Lumpur hasta que el pasado 4 de enero salió la sentencia. solo queda fijar fecha, si acaso ya no está fijada por el Juez que atiende la causa.
desde España donde vive su familia incluyendo un nino pequeño trató de frenar la sentencia con ayuda de la Embajada de Bolivia en Madrid y en Bolivia desde la sede de Gobierno, aunque todo el mundo está consiente de la poca o ninguna consistencia de la gestión, tardía y sin esperanza. entonces, ante semejante drama para los suyos nos asisten algunas reflexiones.
en Bolivia poco se piensa en la seriedad y en la gravedad del delito en torno de la cocaína. son miles los que están involucrados. primero los llamados "cocaleros" que la siembran y la cosechan en el territorio del Chapare tropical. es tan fácil y al parecer tan "ganancioso" son varios miles, algunos estiman en 50 mil los que producen coca, cada tres meses, cada seis meses, la cosechan, la ponen a secar y la transfieren a los laboratorios, hasta hace poco la coca era tratada empíricamente, es decir la ponían a maserar en sendos "pozos abiertos en pleno campo, de diversos tamaños y profundidades, allí mezclada con "precursores" se convertía en la droga pestilente y mortífera, un proceso más, el de "cristalización" la ponía en estado digerible, envasada para su comercialización y exportación con todo, por aire (avionetas que la transportan a Brasil y Argentina) de allí a Europa después de cubrir los mercados internos (especialmente en las fabelas de Rio y San Pablo)
la droga provoca estragos, entre los grupos violentos, criminales y brutales para tener bajo sus control los territorios en los que se distribuye, vende y consume la cocaína, causa de las guerras, ahora mismo la zona está ocupada por fuerzas militares donde persiguen a los mafiosos que se defienden y provocan muertes entre los uniformados. el mundo entero contempla atribulado este enfrentamiento sangriento y cruentísimo que aterra mirar.
si se puede salvar al condenado bien, de otro modo su "ahorcamiento" sirva como escarmiento ante los jóvenes bolivianos, muchos tentados por "las facilidades que tienen hoy en dia" los cocaleros para producir la coca, "los prichicateros para traficarla" y las víctimas que consumen la droga a granel sin pensar en las consecuencias para su salud moral y física. hasta ahora, el Gobierno del MAS no difunde el número de consumidores de la coca como "acullico", ni tampoco el número de víctimas que mueren por sobredosis o los que están afectados en hospitales y casas de recuperación, tan sólo en la OnG que soportan "los amigos de Bolivia desde Suecia" existen regularmente entre 50 y 70 jóvenes en proceso de rehabilitación. exiten al menos 10 de instituciones similares procurando devolver a los jóvenes a la circulación de la normalidad.
se podría decir entonces bienvenida la muerte si es para prevenir la vida de cientos, si acaso no de miles de jóvenes que consideran "hacer una carrera legal, lícita y procedente" dentro de los ajetreos de la coca. nunca jamás, mejor ni tocar la coca, no manipularla y menos transportarla, la muerte acecha, está a la vista y arrmete en cualquier momento. sólo en Madrid hay entre mujeres y hombres más de 300 detetinos en Carabanchel (la mayor prisión) de procedencia de Colombia, de Venezuela, de Chile, de Perú y de Bolivia algunos con sentencias de 8, 10, 12 años otros sin sentencia pero que serán castigados por haber actuado por delitos conexos con el manipuleo de la cocaína.
es triste para su familia y para su entorno, pero su próxima ejecución, ayudará a entender que con la droga no se juega. su peligrosidad hace que los Estados se defiendan con todo para repeler el daño que la cocaína provoca. así es de cruel, de real y de perniciosa esta actividad que en Bolivia, por desgracia con este Régimen tiene "permisividad y tolerancia".
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