todo parecía en calma al interior de la casona de la Plaza Murillo, mientras los revoltosos actuaban en El Alto, nunca pudo el Gobierno callar a las radioemisoras que recobrando su rol tradicional "animaron la rebelión en idioma nativo, las 24 horas al dia" entre esas cadenas las de Pio XII y Fides llevaban la batuta, aunque los insultos y denuestos salían de las emisoras clandestinas de El Alto y el Altiplano Por Mauricio Aira

la historia no está del todo escrita, por ello, los autores encuentran contradicción al referir las últimas horas de Goni en Palacio antes de salir del Colegio Militar rumbo a Santa Cruz donde tomó un vuelo comercial hacia Miami. "todo está mejor, las movilizaciones de los opositores (Quispe y Evo por separado) han disminuído en frecuencia y volumen" había informado al Presidente su principal operador el ministro de Defensa en aquel momento Carlos Sanchez Berzaín.

conocí a Carlos en el colegio La Salle, el mejor alumno, el abanderado que marchaba al frente de este prestigiado establecimiento con su gran banda militar, marchaba siempre a paso firme y manejando la guaripola, pasando frente al Altar Patria, donde me encontraba en lugar privilegiado junto a las autoridades tanto en Agosto como en Septiembre, por entonces los desfiles tenían lugar en El Prado, más concretamente en la acera del Restaurant Suizo se armaba una tarima suficientemente elevada para destacar durante el paso de tres a cinco horas, de tres a cuatro desfiles diversos en dos dias feríados para ambas ocasiones aniversario patrio y departamental.

la calma al interior de la casona de Plaza Murillo contrastaba con el movimiento exterior, especialmente en El Alto, aquello era un caos dominado por estaciones de radio, algunas clandestinas, esto es con frecuencias sin licencia oficial, locutores en aymara y algo también en quéchua se desgañitaban gritando insultos y consignas, sobredimensionando los sucesos y cediendo micrófonos a cualquier "hijo de vecino" activistas de los grupos en rebelión. pocas horas antes del último vuelo, el Gabinete del MNR y sus aliados mantenía el respaldo al Presidente, existía la seguridad que la Democracia se mantendría por encima de la "dictadura del proletariado" como frente alternativo.

La Alcaldia por presión de Quispe y de La Cruz anuló dos disposiciones el Maya y el Paya, nuevos recaudos dictados por José Luis Paredes, Victoria popular que mostraba la fuerza del movimiento que no dejaba de crecer, Morales insistía en pedir una Constituyente y la modificación de la Ley de Hidrocarburos, en las calles se hablaba de "la opción peruana" para exportar el gas a los EEUU, en lugar de Chile, asunto inactual en el seno del Gobierno, sin embargo las consignas masista giraban sobre este tema convirtiéndolo en el fac totum de la agitación, "por Chile ni una gota" era la consigna como si de guerra internacional se tratase, siendo que no había pendiente ningún asunto en aquel fin de semana trágico. consigna que motivó manifestaciones en La Paz, en el Alto y en Cochabamba, con sendos discursos repetitivos y fuera de tiesto.

Mauricio Balcázar y Carlos Sanchez manitoreaban desde Palacio el movimiento de tropas y los perfiles mediáticos que se propagaban por los escuálidos medios oficiales sin audiencia notable mientras las clandestinas y las comerciales estaban copadas por la consigna opuesta. Poco antes el episodio de Sorata visitada por turistas extranjeros dejó suponer que "combatientes de Sendero Luminoso" llamados por Quispe habían actuado derrotando a las tropas del Ejército y provocando pánico entre la población, Quispe aseguró "se están matando entre milicos" y la masa le creyó, siendo la verdad esta presencia foránea de gente armada por el senderismo. Ùtil recordar el octubre Negro que fue el preámbulo para el cambio de Gobierno y todo lo que vino después.