una mañana después de las siete, leía las noticias por Radio Cosmos, Cuando vi aparecer con uniforme de diario a Luis Arze Gómez, levanté la mano que espere y tome asiento, luego en una pausa de la lectura del Informativo: "hola, hola mi General García quiere hablar contigo", respondí firme no puedo debo terminar mi tarea. "No importa voy a esperar el tiempo necesario" dicho y hecho al salir de Radio Cosmos "Marcelino, ven con tu grabadora me vas a acompañar" ya Cuando montaba al jeep plomo, con Arze Gómez al volante. No le gustó nada que me trajera al reportero con su "arma (grabadora)" al hombro. Llegamos a la Escuela Militar paralela al Prado, en el gran salón Luis Gracía Meza terminaba una reunión con todos los oficiales de la guarnición de Cochabamba, era la primera visita del militar que había sido nombrado por la Sra. Lidia Guiller (Presidenta de la República) Comandante del Ejército. (esto ocurría en abril de 1980, el Golpe fue en julio de 1980)
Dejó salir a todos los oficiales y también a Marcelino, sólos los dos y Arze Gómez "Cada vez que llego a Cochabamba, mis c.c. se quejan que tú atacas al Ejército y a los militares", le contesté firme pero cortesmente: "Veo que has estrenado uniforme, felicitaciones General por el nombramiento" Educado pero firme y tutetándolo, porque habíamos estado en varias otras reuniones y empezó a tutearme, no me quedé corto y te devolví el tuteo, lo que al parecer le agradó.
No ataco a los militares. lo que pasa es que soy institucionalista y me gustaría mucho que los militares conserven su rol de guardianes del Orden y de la Patria. Insistió García Meza, al notar que no aceptaba su reproche "lo que pasa es que los únicos comunistas que me agradan son los que están bajo 5 metros de la Tierra", tuve que ir al grano "Si te refieres a las críticas mías sobre tu intervención en el Colegio Militar, con visos políticos, sí he criticado porque como Rector de aquel colegio, deberías limitarte a enunciar principios al margen del hecho político que estamos viviendo", montó en cólera me dijo algo molesto, hay algunos como Lechín, Reyes, Escóbar deberían estar fuera de la política, me atreví a defender a Lechín: "El Maestro (nombre de los obreros a Juan Lechín) podrá tener grandes defectos pero tiene dos méritos, gracias a él, la clase trabajadora está unida y gracias a él, la Central Obrera no está afiliada ni a la Cuarta Internacional, ni al maoísmo. Bueno, replicó García Meza, te he llamado porque "debe Haber una forma de entendimiento" y quiero que por la radio defientas al Ejército. Como lo entendí de inmediato lo que quizo decirme "una forma de entendimiento" significaba que podía poner un precio a mi silencio. podía venderme al garcíamesismo y salir "de a buenas" de su presencia. Más al contrario, como di señales de no Haber entendido, el General dio por concluída la entrevista y apenas me dio la mano. Mucho tardé en comprender que aquel momento fue decisivo. Como dijo No hay entendimiento. o sea no me vendo y continuaré con mi tarea, había sellado mi destino. estaba escribiendo mi sentencia.
sucedió el 6 de febrero de 1981. "Mi General desea hablar con usted" los clases que vinieron a detenerme en mi domicio, Avenida Arce de la Ciudad de La Paz, enfrente de la Nunciatura Apostólica, "es que acabo de llegar y aún no he almorzado" respondieron los esbirros "No importa señor, esperaremos el tiempo que haga falta" de allí, al Palacio Quemado, de Palacio a una casa de Seguridad en Sopocachi, de allí a las caballerizas del Congreso en calle Potosí y de allí al aeropuerto rumbo a Buenos Aires, de Buenos Aires a Hamburgo y de Alemania a Suecia. donde estoy ahora.
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