Estuve en la misa Pontifical. Gran solemnidad, el obispo de nuevo, el templo lleno de bote a vote. Cantamos los viejos cánticos en latín. Kirie eleison, Christe eleison, Gloria in Excelsis Deo...Credo in Unum Deum... Me llené de alegría porque pude cantar en gregoriano después de mucho tiempo y creo que todavía con un pleno de voz y participar activamente aunque en éste momento, no puedo recordar el sermón pronunciado en sueco, aunque con el muy fuerte acento irlandés de William. Entregué al obispo la revista "Lucha y Fe" que la escribí y/o mandé a imprimir ya con ayuda de las nuevas técnicas como el órgano de los latinoamericanos (católicos exiliados, cuyo presidente suscribo yo mismo) Le pedí una entrevista que prometió mirar en el calendario y avisarme para poder viajar a Estocolmo. Son unas pocas cosas que deseo realizar dentro de la Iglesia y luego cederé la presidencia a otro hermano que quiera asumir la responsabilidad. Queremos cumplir un mínimo programa de trabajo. A la hora del café tratamos de ayudar a una joven madre chilena a quién el Gobierno comunicó que debe abandonar Suecia (no cuenta con los permisos para poder quedarse) Conocí gente de Italia, Polonia, Ecuador, México y algunos suecos. Saludé a los dos sacerdotes también irlandeses de nuestra Parroquia Ricardo y Jhon. Luego por la tarde pasamos varias horas conversando con Ricardo, Enrique, Lourdes y Aydée.
Pascua del 88.
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