Uno de ellos vive desde hace dos meses con una muchacha de su edad. Esta relación íntima a vista y paciencia de toda la familia, sin cuidarse del debido respeto a los padres, a la abuelita, a los hermanos me tiene preocupado. Sucede que mi hijo está cambiando mucho, no es que hubiera reaccionado como hombre y se estuviera encaminando a una toma de responsabilidades, lo cual me alegraría mucho. No. Lo que pasa es que por un lado quiere tener una mujer como un hombre mayor y seguir siendo un hijo de familia y ello es incompatible. Tengo que hablar con él, pero la madre me bloquea, corta el campo de acción a mi autoridad de padre y jefe de familia. En todo caso es un asunto muy serio y sólo quisiera disponer de un poco de tiempo y de inspiración de Dios para resolverlo.
Otro hermano ve este ejemplo y se encuentra muy confundido, además el primero está aflojando en el rendimiento escolar y ello también es preocupante.
17 de abril 1985
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