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jueves, 29 de mayo de 2014
hacer buena letra después del crimen...(Uno)
se muestra "buenito" a pesar de sus maldades
hace ya varios años el mayor diario del continente La Nación de Buenos Aires publicó una separata sobre Pinochet. busco en el recuerdo y algunas matrices han quedado allí registradas.
Pinochet por confesión propia trató de "hacer buena letra" después de los crímenes de las primeras semanas de su asalto al poder en Chile. Pinochet necesitaba dos soportes para conservar el poder por tiempo indefinido. uno de militares leales, serviles, obsecuentes, incondicionales, dispuestos a cualquier tarea que el dictador pudiera encomendarles. esa era una obsesión fija.
dos. había que dar unas señales indelebles al pueblo chileno, pero también a la periferia, especialmente a los contingentes "izquierdistas" del conurbano internacional vale decir Argentina, Bolivia, Perú y un poco más allá. que todo el mundo pudiese comprender la "firme decisión de las fuerzas armadas que él comandaba" que no habría tibieza, ni le temblaría el pulso para aplicarlas.
con estas ideas primarias organizó el episodio que la historia ha registrado con el nombre genérico de "la caravana de la muerte". grupos de oficiales con mando de tropa (el verdadero poder entre las ffaa) recibieron el encargo de recorrer la larga geografía chilena desde "tierra del fuego hasta Arica" para "ejecutar a los enemigos del régimen" previamente, en los prolegómenos del golpe del 11 de septiembre, se habían elaborado "listas especiales" de dirigentes estudiantiles, laborales, comunicadores, activistas de los partidos que se integraron al equipo de Gobierno de Salvador Allende.
caída "la democracia" militares de todas las armas tomaron el poder no sólo en Santiago de Chile, sino en todas las grandes, y las ciudades de mediano tamaño. con la toma física de los edificios y centros de poder, los militares al mando "se tomaron presos a todos los chilenos y otros no chilenos" que figuraron en las listas previas. de modo que un mínimo de 300 personas, según La Nación habían caído en las redes de los uniformados a la espera de "órdenes superiores" que no tardarían en llegar.
así como se habían levantado listas de presos, "la inteligencia pinochetista" tenía ante si, otra lista de "captores que se convertirían en asesinos", oficiales de alta y mediana graduación, destinados a ser "los cómplices de los asesinatos que se había planificado dentro del mayor sigilo".
no habían pasado sino unos cuantos días de aquel nefasto 11 de septiembre, cuando "la caravana partió de Santiago con órdenes precisas", de detener o en su caso "recibir el paquete" de los zurdos ya detenidos. la "orden superior" no tardó en llegar. "liquidar a los subversivos" bajo la acusación de ser "enemigos de Chile, de sus FFAA, de su caudillo Pinochet". dicho y hecho,"la caravana ejecutó de distinto modo a los detenidos, sin juicio alguno, y en muchos casos del modo más torpe" eso sí. militares nobles, bien formados, que intentaron resistirse, aunque fueron avasallados. algunos de ellos asumieron el cargo de conciencia, y fueron quienes contaron a La Nación, lo sucedido.
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