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jueves, 7 de enero de 2016


!Gigantografías de Chávez al basurero!

sucedió en 1989. al caer el muro de Berlín vimos derrumbarse ídolos de barro, estatuas de Lenin, Stalin y otros cuyas cabezas rodaron por el suelo.

no extrane por tanto lo que ha empezado a suceder en Venezuela. muerto el perro muere la pulga dice el viaje adagio  y en efecto cuando el pueblo ha llegado al hartazgo la reacción en contra no se deja esperar, y es que la "egolatría de Hugo Chávez" que sin duda hizo cosas buenas para los venezolanos, aunque en un balance imparcial fue más lo malo y destructivo, más aún todo lo que vino después de su muerte, a cargo de Diosdado y Maduro sus seguidores incondicionales y herederos del poder, actuando en su nombre han llevado a esa nación, cuna del Libertador Bolivar a una situación lamentable con la inflación mayor de toda su historia, con una carestía de lo más indispensable, con cientos de miles de sus pobladores viviendo de subsidios vergonzantes, en medio de un enfrentamiento fratricida y de la criminalidad más aberrante.

estos "chavistas" han hecho todo para desprestigiar al militar que se empenó en instaurar una especie de revolución a la que llamó "socialismo del siglo XXI" enfocada en el odio a los Estados Unidos, no obstante oh! paradoja! de ser Venezuela el mayor exportador de petróleo al coloso del Norte donde alimenta decenas de refinerías y provee del combustible a elevado porcentaje de la población estadounidense.

durante las últimas horas imágenes del retiro, descolgamiento y almacenaje en los depósitos de material de desecho del Congreso Nacional que corresponden a fotografías gigantes del militar  "revolucionario" se convierten en el mensaje inequívoco de la destrucción del mito, como ocurrió tras el derribe del Muro de Berlín, sin disparar un tito en octubre de1989 que marcó el fin del Imperio Soviético, final instaurado por Gorvachof, incapaz de seguir manteniendo la ficción de un aparato que se sostenía artificialmente.



su nuevo destino es poco menos que el basurero, los depósitos de material desechable del Congreso Nacional, aunque no esta lejos el día en que sean convertidos en cenizas, como sin duda sucederá con la estatua a Chávez en Riberalta, o el cambio de nombre a dos o tres obras "mastodónticas" que el llunkerío de Evo por Chávez le hizo nominar a un aeropuerto y a un par de edificios.

es que la vanidad humana, la egolatría, tienen un pronto final, peor aún si estas muestras de culto a la persona (mandatarios de turno) se motivan en razones pretendidamente ideológicas o sustituyendo estatuas o imágenes de próceres tradicionales que hacen a la historia regional o nacional y que están presentes en la memoria colectiva.

Mauricio Aira


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