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sábado, 13 de enero de 2018

tres textos para saborear. el asesinato de Christian Urresti por cocaleros de El Chapare, la rebelión de los paracaidistas de Emilio Lanza y la dejación de la Presidencia por razones de Patria a cargo de Hernán Siles Zuazo.

de los tres textos más leído las últimas horas, el primero ha sido "El Padre Nuestro" poro Christian Urresti (jovencito que conocí pocos dias antes de su holocausto) fue en casa de nuestros sobrinos Juan Carlos Samur y Charito Siles, Christian visitaba a Paola y Carolina, acompanadas de mis nietas Valentina y Vanessa Aira de visita en Cochabamba por algunos dias. allí recibí su saludo lleno de respeto y afecto pues le recordé que su abuelo, el abogado Leonardo Ferrel, era gran amigo de mi suegro Arturo Dabura y le atendía en asuntos puntuales como profesional.

Leonardo resultó siendo gran amigo de los campesinos de todo el valle, puesto que el General Alfredo Ovando le había encomendado la coordinación del pacto militar campesino en cuya condición recorría el departamento de norte a sur, de este a oeste repartiendo material deportivo y cumpliendo encargos del militar que deseaba conservar sus contactos en la muy poblada región del Valle, bastión del movimiento campesino primero del MnR y más tarde del Barrientismo.

Cuando sucedió la tragedia del 11 de enero, escribí un artículo repasando el rol de Leonardo, abuelo de Christian como "servidor de los campesinos", en efecto visitar su despacho jurídico en la Plaza 14 de septiembre, era encontrar siempre dirigentes de todas las provincias tramitando encuentros con el General por ese entonces dos veces presidente de la República o Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación, de allí la paradoja de ser asesinado Christian, justamente por campesinos que sin duda recibieron beneficios, si acaso no regalos de Ovando Candia por mediación de Leonardo Ferrel. resultó chocante tal contradicción, Leonardo les benefició, Christian resultó su víctima.
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el segundo texto más leído es el pasado histórico cuando Emilio Lanza, joven oficial de caballería que oficiaba como responsable del CITE, (Centro de Instucción de Paracaidistas del Ejército) dado su gran arrojo, su vocación para el salto desde los aviones con tropas de reclutas que entrenaba regularmente en el cuartel próximo a la ciudad de Cochabamba. Emilio era un lider natural entre los militares y sus c.c. le tenían admiración y respeto. lo conocí bastante por mi trabajo periodístico y por cuando siendo Emilio amigo personal del General Barrientos solía frecuentarlo en medio de sus repetidos viajes a Cochabamba.

llegado al poder Luis García Meza, llamó la atención del joven oficial que no se atendieran las necesidades más premiosas de las unidades "se pasaba la vida viajando por todas las regiones y convocando a los oficiales a grandes parrilladas para jugar "a la taba", o "al sapo" por candidades de dinero, según el "Presidente de facto" para tener contenta a la tropa.

los oficiales con mando de tropa de todo el pais, se sentían "decepcionados y sin representación ante LGM", que sólo acumulaba cargos, ostentaba al mismo tiempo, "comandante del Ejército, comandante de las FFAA", presidente de la Junta Militar" y concentraba en sí todo el poder, sin administrar bien ni una cosa, ni la otra. el malestar iba en aumento y la oficialidad había llegado "al cabreo" por lo que, en una de sus visitas a la llajta, decidió utilizar una gran estrategia.

la reunión tuvo lugar en el gran patio de maniobras de la Escuela de Clases, que entonces funcionaba en La Muyurina, unos pocos oficiales de absoluta confianza simularon haber detenido a Emilio Lanza, quién fue conducido en medio de 8 o 10 de sus comandantes en el CITE hasta el atrio del gran escenario. Alarmado García Meza salió o pretendió salir a recibirlo con los brazos abiertos mientras le espetaba a gritos para que la guarnición pudiese oírlo: "Qué quiere usted Lanza", o sea a qué obedece su alzamiento y su enojo con "su comandante" y Emilio, psíquicamente preparado inclusive para lo peor le respondió en el mismo tono de voz "Que se vaya, carajo!" y en medio del revuelo que provocó esta respuesta, manteniéndose bajo resguardo de sus c.c. Lanza se retiró de allí.

este relato me fue hecho por el mismo Emilio en la ciudad de Buenos Aires, en casa de Walter Gutiérrez un excadete del Colegio Militar, c.c. de Lanza y c.c. mio en el colegio Don Bosco de Sucre, cuando nos invitó a cenar en su modesto domicilio en una barriada portena. figura también en el libro que escribiera ya de General antes de su muerte prematura, junto a su hija Cecilia Lanza "Mayo y después" que en sus 150 páginas cuenta la historia de la rebelión que obligó al tirano a dejar el mando a los 10 meses de su "golpe no obstante jurar que se quedaría 20 anos".

sobre el Tercer Texto más leído. el abando del poder por Siles Zuazo, escribiré a continuación.

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